martes, 7 de junio de 2011

La cultura del "todo vale"

La dinámica en la que está entrando el periodismo en los últimos tiempos empieza a ser peligrosa. Hemos dejado de lado el respeto a la personas para buscar, sin remordimiento alguno, la burla y la sátira de cualquier mal ajeno. A día de hoy la cultura del "todo vale" se ha instalado en la prensa española, sin importarnos a las personas a las que les podemos llegar a hacer daño con nuestras publicaciones.

Es, sin ir más lejos, el caso de la revista El Jueves. Dicha publicación, sale a la venta mañana con una portada sobre el accidente de Ortega Cano, en la que se frivoliza sobre el preocupante estado de salud del torero que puede incluso llegar a costarle la vida.

Sin importar que la vida de una persona está en juego, El Jueves vuelve a ser objeto de todas las críticas por una de sus portadas. Pero no sólo es dicha publicación la que parece haber perdido el norte con este tema. En cualquier tertulia de la llamada "Prensa rosa", se habla del tema y siempre buscando el morbo y la situación conflictiva que deje en mal lugar al torero.

"Sobrepasaba el límite de alcohol en el accidente" o "Todos sabemos que a Ortega Cano le gusta la bebida", son algunas de las lindezas que hemos podido escuchar durante las últimas horas en diversos medios de comunicación, los cuales parecen haber olvidado precisamente eso, que la comunicación que ofrecen llega a muchas personas y están perdiendo en la mayor parte de las ocasiones, la responsabilidad que ello conlleva.

Pero lo más triste de toda esta situación (dejando de lado el crítico estado de salud de una persona) es que programas como "Ana Rosa" o "Sálvame" han visto como su audiencia aumentaba hasta un 20% de share por el tratamiento de la noticia, fomentando de esta manera la telebasura que nos obligan a consumir dos de las grandes televisiones privadas de nuestro país.
La ética y la moral periodística, han quedado en un segundo plano y el morbo, la imagen, el dolor y la desgracia ajena es lo que vende y lo que la gente, desgraciadamente, quiere consumir. Son los propios medios, los que pueden y deben cambiar esa tendencia, pero no les interesa porque el mercado les funciona bien de esta manera.

Una vez, le leí una frase a Alberto Camus: "Un hombre sin ética es una bestia salvaje soltada a este mundo". En eso estamos convirtiendo una de las profesiones más bonita y enriquecedoras del mundo. En algo salvaje donde lo que prima es mostrar la cara más morbosa de cualquier situación.

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